miércoles, 28 de octubre de 2009

Anatomía de un encuentro


Desnudos en la cama te miro. Sin ropa, abrigados de sonrisas, despeinados de una lucha en la que el golpe más bueno es el golpe más suave, te miro y me pregunto porqué esperé tanto. La espera mereció la pena porque dibujó el deseo. Y ese deseo te trajo aquí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario