domingo, 7 de febrero de 2010

Iaido. El principio.


A las diez menos cuarto estaba en la puerta del gimnasio, esta vez en ropa de deporte, dispuesta a regalarme unas cuantas agujetas si eso suponía poder manejar un sable, aunque fuera de madera.

Me descalcé para pisar el tatami. Me quité la chaqueta del chándal. Félix vino a ponerme un obi. "Vaya", exclamó, "otra que va todo de negro". Era verdad, pantalón negro, camiseta negra. No lo había hecho a propósito. El cinturón, también negro. Algunos compañeros bromean con el tema..."Para ser la primera clase, cinturón negro..."

Intento seguirles en el saludo ritual. Luego Félix me lleva a parte y empieza enseñándome algunos movimientos sencillos. Cómo coger el bokken. Como alzarlo por encima de la cabeza y cortar hasta la altura del hara. Repito los ejercicios, mientras les da instrucciones al resto. Me mira con el rabillo del ojo, lo sé. Yo sigo practicando, encantada con la sensación. Ahora de rodillas, adelantando una pierna. Practico un rato.

Por fin, el momento que estaba yo esperando: aprender a enfundar y desenfundar... No es tan sencillo como parece, meter la hoja con el filo hacia arriba, desenfundar con un sólo movimiento fluido. Lo intento una y otra vez. Mira al espejo, me dice Félix. No mires hacia abajo. Me concentro y prefiero no mirar a ninguna parte, mirar dentro, a la sensación de movimiento, al movimiento del bokken en mi cabeza. Me paro. Repito. No. Repito. Uf, no es tan fácil, nunca creí que lo fuera...

Ya casi ha pasado la hora. Félix me pide que pare, "ya has trabajado bastante por hoy", dice, y me invita a ver las katas del resto de los compañeros. La clase se acaba. De nuevo, el ritual. Me hago un lío con las manos y el sable y acabo al revés que todos. Me río yo sola, bajito. "Esto es lo que hay", me dice Félix. "Luego es paciencia, constancia. Nada más".

Me encanta.

Puedo adivinar todo lo que una disciplina así puede ofrecerme, y sé que depende de eso, de la constancia.

Bueno. Poco a poco, empezando por el principio.

Y este es el principio.


Nota: La entrada fue escrita el primer día de entrenamiento, como una viñeta de ese momento. La foto que la ilustra fue tomada un año y un mes después (Mi agradecimiento al estupendo trabajo de Eva Mansilla, de Photo Studio 23).


4 comentarios:

  1. ¡Te decidiste enseguida!
    Me alegro mucho

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  2. Wow! esto es parecido al Aikido? o es lo mismo? es que en artes marciales no estoy muy puesta, pero mira... es interesante, muy interesante.

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  3. mujer de iaido tu hakama se bonba se te ace un paquete la parte de atras eso me gusta pienso la mujer de de kendo oigo la taraella ortese o napolitana tarantella

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  4. ME PARESE EXCELENTE LA EXPERIENCIA, LES CUENTO, QUISE COMPRER, HA EMLIA COUTURE SU MUÑECA CHIE, ADIVINEM ME LA NEGO COMPRARLA CHIE IAIDO SU HAKAMA LA CAMISA ,LA EMPRESSA ES DE CHINA IMAGINEN UNA MUÑECA HA SI EL AÑO PASADO ME HIZE UNA CUENTA FLICKR CHIE IAIDO FUE MI SUEÑA TRUCADO HAKA ES FINO LA TELLA NO SE QUIERO ELFDOLL ASa , SOY DE COSTA RICA LO INTENTARE DE NUEVO, SERA FALLIDO NO SE , NADA ES FACIL, ME ALEGRO LAS MUGERES Y CHICAS IAIDOY KENDO

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