Ella es hermosa como un diamante.Él, esbelto. Ella tiene facetas; él, definición. Ella, quieta, mira sin moverse. Él, se inclina un poco hacia ella. Cinco mil años y tres metros los separan.
Los han visto reunirse en el templo, a tantos. Los han visto abrazarse, desnudarse, poseerse, depositarse. La semilla de uno en el otro. Y empezar de nuevo. Una y otra vez.
Allí donde las frías piedras se aman pero no se tocan, allí es donde dicen que estaba el templo de la fertilidad.
Y yo lo creo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario